Desde que comenzó la sexta ola provocada por la variante #ómicron estamos en Encomienda Mayor de Castilla haciendo un seguimiento de cómo ha venido afectando dicha variante en varios países y hemos publicado a mediados de enero y febrero comparativos extensos de dicha evolución donde exponíamos un error común de muchos medios de comunicación. Como os explicábamos en anteriores publicaciones el error ha sido comparar el comportamiento de ómicron con el país original, Sudáfrica, con lo que pudiera pasar en otros países. Y este error original derivó en en el siguiente, cuando un médico en Sudáfrica atendió a 7 pacientes jóvenes contagiados con ómicron dijo: “ómicron es leve” y este eslogan se convirtió en un evangelio político y mediático en todo el mundo.
Pasados cuatro meses desde el origen de ómicron solo hay un denominador común que es que esta variante tiene un grado de transmisibilidad extremo, el resto de calificativos que se le han dado a esta variante, desde un punto de vista estrictamente empírico de análisis de los datos, son más o menos acertados dependiendo del país en cuestión, pero no son aplicables universalmente. Sin embargo, hablando en términos generales, nos ha quedado la imagen imprudente en la retina de que con ómicron se ha acabado la pandemia.

Los gobiernos de muchos países han relajado las medidas restrictivas, han dejado de dar datos con periodicidad diaria y en las noticias se sigue poniendo énfasis en la levedad actual del virus. En vez de adoptar medidas restrictivas eficaces y bien explicadas a la población se ha optado por cantidad ingente de medidas ineficaces como por ejemplo mascarillas en el exterior con distanciamiento, control de temperatura corporal, uso permanente de geles hidroalcohólicos, cerrar parques infantiles de exterior y tantas y tantas medidas que por inútiles han ido fatigando a la población y provocando incredulidad. Por todos estos motivos se ha perdido el respeto al virus provocado una sensación en la población de que este virus se ha acabado y que podemos tratarlo como si fuera endémico, estacional, como una especie de catarro o de gripe.
Yo mismo, que he venido analizando en detalle los datos y patrones de ésta y de las anteriores variantes, predecía a finales de septiembre del año pasado el cercano paso a una fase endémica, era muy probable con los datos de la cuarta y quinta ola y teniendo adicionalmente en cuenta la alta tasa de vacunación en Europa. Eso sí, manteniendo la cautela y la alerta ante nuevas variantes. La pandemia se acabará o se controlará cuando la incidencia acumulada baje de 50 casos y se mantenga varios meses.
Pero esas bajas tasas que tuvimos no se mantuvieron y recibimos esta mutación en las proteínas del coronavirus de la variante delta que derivaron en la llamada variante ómicron y esta variante no ha provocado una ola de comportamiento similar a las anteriores, probablemente ómicron sea uno de los virus con mayor transmisibilidad a los que nos hayamos enfrentado la humanidad, ha sido un tsunami que ha provocado en la actualidad en España 6,26 millones de contagios lo que representa un total del 55% de los contagios totales desde el inicio de la pandemia y 13.993 fallecidos lo que representan un total del 14% de las muertes. Asimismo ha provocado que vaya en aumento el efecto de la llamada COVID persistente y los efectos secundarios.
ANÁLISIS MENSUAL DE ÓMICRON
Este mes de marzo vamos a actualizar la información de la evolución de ómicron anticipando que se está dando un cambio de tendencia en países europeos porque está aumentando el número de contagiados en las últimas semanas y hay que hacer el importante inciso que este cambio de tendencia se está dando con todavía altas tasas de incidencia, no es como otras olas que empezaron con incidencias bajas. Este cambio de tendencia que puede suponer el comienzo de la SÉPTIMA OLA no está provocado por una variante nueva, sigue siendo ómicron la variante que provoca mayoritariamente (en muchos países exclusivamente) los contagios, pero está tomando cada vez más relevancia un sub-linaje de esta variante de la que os venimos anunciando hace meses, la llamada BA.2 que los medios de comunicación desacertadamente han calificado como silenciosa o sigilosa. Además de que la infectividad de BA.2 es mayor, el virus se está propagando con mayor facilidad porque se están relajando las medidas restrictivas y está cayendo la inmunidad progresiva.
En el presente análisis seguimos utilizando como fuente de datos los publicados por https://ourworldindata.org. Para la correcta interpretación de los datos hay que entender que estos gráficos están referenciados a tasas por número de habitantes, es decir son válidos para la comparación de países, pero no debe confundirnos con valores absolutos.
GRAVEDAD DE ÓMICRON
Sin poder entrar en el detalle de lo anteriormente descrito en relación al aumento que ómicron ha supuesto desde el punto de vista de efectos secundarios y/o COVID persistente, solo podemos evaluar a ómicron desde el punto de vista de gravedad desde los aspectos de contagiados que han sido hospitalizados, que han necesitado cuidados intensivos en UCI y en fallecimientos.
En Encomienda Mayor de Castilla os hemos venido informando regularmente de cómo se han ido comportando estos parámetros y de las fuentes que nos hemos nutrido para confeccionarlos, no es objeto de posible debate la precisión o fiabilidad de los mismos, por ello utilizaremos lo que esta fuente de información citada anteriormente proporciona.
Así, si analizamos únicamente España podemos apreciar que es evidente la proporción de casos que ha provocado ómicron con respecto a previas olas, que esos contagios han provocado que la sexta ola haya llegado al máximo de hospitalizados después de la primera y tercera ola aunque no lo haya hecho en ingresados UCI comportándose en números absolutos similares a máximos de la cuarta y quinta ola y muy por debajo de las tres primeras. En fallecimientos actualmente esta sexta ola está en cuarta posición detrás de la segunda con alta probabilidad de escalar en números absolutos a la tercera posición después de la tercera y primera ola.
Entonces queda evidenciado que desde el punto de vista de gravedad, aunque la tasa de hospitalizados o muertos por cada contagiado con ómicron sea mucho menor, en valores absolutos ha superado valores de otras olas precedentes por lo que decir categóricamente que ómicron es más leve solo sería acertado si se dijera que con ómicron la probabilidad es menor para para necesitar hospitalización, UCI y fallecer.
Entre los motivos por los que ómicron con menor probabilidad por contagiado ha afectado menos nocivamente durante la infección (reitero que post infección se están dando más casos de efectos secundarios o COVID persistente) se encuentra la propia mutación de la variante en sus proteínas que hace que la patología afecte más al aparato respiratorio de los bronquios (se multiplica 70 veces más rápido que #delta) y menos a los pulmones. Pero hay otros motivos que se deducen del estudio comparativo entre diferentes países. Para facilitar la comprensión e interpretación pongo a continuación el gráfico de fallecidos semanalmente solo en España y en Dinamarca la media móvil a 7 días por millón de habitantes.
La secuenciación actual de España y Dinamarca arroja que el 100% de los contagios es debido a ómicron y desde el punto de vista de vacunación tienen similares cifras de porcentaje de habitantes vacunados, algo superior (3%) en España de habitantes con dosis completa y superior en Dinamarca (10%) de vacunados con la tercera dosis de refuerzo.
Sin embargo, como puede apreciarse en la gráfica, la diferencia en número de muertes es muy significativa. Uno de los factores de esta diferencia también lo podemos apreciar en la gráfica y viene dado por el mayor número de contagios. Y me atrevo a decir que aparte de la diferencia climatológica y la interactividad social de ambos países un factor que ha provocado que en Dinamarca esta ola ha sido la que ha marcado todos los records y se haya producido esta diferencia con España es el índice de rigurosidad, es decir la medidas restrictivas que se han venido aplicando en Dinamarca han sido más permisivas que en España, sobre todo en el uso de mascarillas en interiores. Los daneses no han sentido el miedo que los españoles sentimos al coronavirus después de la primera ola.
También hay otro factor a tener en cuenta, que es la inmunidad adquirida o la inmunidad híbrida entre la adquirida por el número de habitantes que se han contagiado por coronavirus y el refuerzo que han supuesto las vacunas. Para soportar esta afirmación voy a añadir en el análisis a otro país que es Hong-Kong donde las restricciones han sido más severas que en España y sin embargo han sufrido una ola provocada por ómicron con mayor cresta de contagiados, colapso de hospitalizaciones y las correspondientes muertes que están alcanzando unos valores que duplican a los que tuvimos en España en la primera ola.
Hong-Kong ha sido un país que tanto desde el punto de vista de contagios como de fallecimientos ha tenido tasas muy bajas, es decir que sus habitantes no tienen inmunidad adquirida. Si a esto le añadimos que aproximadamente tiene un 15% menos de habitantes completamente vacunados que en España y un 30% menos con vacuna de refuerzo, y menos vacunados mayores de 60 años se evidencia la importancia de la inmunidad. Los habitantes de Hong-Kong tienen claro la gravedad de ómicron, que no tiene nada que ver con la perspectiva de otros países.
A los amantes de la tecnología os animo a que veáis en las noticias lo que está sucediendo en Shenzhen, ciudad de la China continental fronteriza con Hong-Kong considerada el Silicon Valley de China donde entre otras están las sedes de Huawei y Foxconn que es fabricante de los iPhone de Apple.
INCIDENCIA DE CONTAGIOS EN EUROPA
En el informe del mes pasado llegamos a la conclusión que el comportamiento de la incidencia se asemejaba en Francia con Portugal y en Italia con España. En estos cuatro países se ha dado la circunstancia que los países donde la tendencia ascendente fue más rápida también ha sido más rápida el descenso de la incidencia. Si analizamos las curvas de incidencia diaria de contagios representando la media móvil a 7 días de estos países exclusivamente podemos ver que han seguido evolucionando de forma similar:
Es evidente que en las últimas semanas en estos países ha cambiado la tendencia descendente y lo ha hecho a unos niveles de incidencia muy altos lo que sería indiciario de que estaría comenzando una séptima ola. ¿Y este cambio de tendencia se da en otros países europeos? Hagamos un “zoom” al último mes de varios países europeos para comprobar gráficamente el aumento de tendencia generalizado.
ANÁLISIS DE LA TASA REPRODUCTIVA
No solo el parámetro de la incidencia puede marcarnos fidedignamente un cambio de tendencia, hay que analizar el comportamiento de otros parámetros adiciones. Veamos en los cuatro primeros países, dentro de los que se encuentra España, el gráfico del parámetro de la tasa reproductiva, que representa el número promedio de nuevas infecciones causadas por un solo individuo infectado. Os recordamos que si esta tasa es superior a 1, la infección puede propagarse en la población, y si es inferior a 1, el número de casos se reducirá gradualmente.
Se puede apreciar que tanto Italia como Portugal tienen un índice superior a 1 y la tendencia de Francia y España va aumentando. Este es otro parámetro que nos indica que estamos empezando una nueva ola.
ANÁLISIS DE LA POSITIVIDAD
Analicemos otro parámetro, que es la positividad, es decir el número de casos confirmados dividido por el número de pruebas, expresado como porcentaje.
La positividad es otro parámetro que evidencia un cambio de tendencia. Sin haber llegados a valores controlados del 5%, la positividad está aumentando siendo muy pronunciado en Portugal donde en 15 días ha pasado de un 12% a un 21%.
ANÁLISIS DE LA VARIACIÓN PORCENTUAL A 14 DÍAS
El último parámetro que vamos a analizar para el estudio de la evolución epidemiológica es la variación porcentual del crecimiento de nuevos contagios en los últimos 14 días comparados con los 14 días anteriores. Estas curvas nos dan la imagen clara de que la tendencia está cambiando y está empezando una séptima ola.
Añado el gráfico de casos confirmados, muertes, ingresos hospitalarios y pacientes en UCI por millón de habitantes para quien quiera hacer un análisis adicional. Como os hemos venido explicando tened en cuenta que entre los crecimientos de contagiados e ingresos hospitalarios hay un decalaje aproximado de 2/3 semanas, por ese motivo las tendencias en estas curvas siguen siendo decrecientes.
CONCLUSIONES:
- El análisis de datos actual define en varios parámetros atisbos de que está comenzando una séptima ola en países europeos. Si esta tendencia cambiara y se estabilizara el incremento de la incidencia os informaremos puntualmente antes de que pase un mes, que es la periodicidad actual con la que estamos publicando estos estudios de la evolución.
- La fatiga pandémica que han venido provocando las medidas restrictivas ineficaces que se han venido adoptando, junto con una sistemática imprudente información que ha enfatizado la levedad de la variante ómicron, ha provocado en la población la falsa sensación de que la pandemia ha acabado y que el coronavirus tiende a ser una gripe estacional.
- Sin embargo, la verdad ineludible es que, a menos que el virus mute a una forma realmente más leve y la incidencia descienda prolongadamente de 50 casos, el regreso a la normalidad al que nos están llevando nos aboca a una vida que en promedio será más corta y más enfermiza por los efectos secundarios que está dejando la infección, que están aumentando con esta última variante ómicron.
- A esto le añadimos que los Gobiernos están levantando medidas restrictivas, dejando de informar periódicamente, y asumiendo que convivamos con esta nueva enfermedad como si de una gripe se tratara. Pero no, no es una gripe, ha sido y sigue siendo peor, la tasa de mortalidad fue inicialmente unas diez veces superior y actualmente el doble que la gripe.
- Además el impacto empeora porque el COVID es mucho más transmisible y tiene un impacto peor, todavía hoy desconocido, en el corazón, los pulmones y el cerebro y una mayor tasa de síntomas a largo plazo.
- Las vacunas no han blindado contra el contagio de la variante ómicron, sí que han mitigado la propagación y han incidido en la gravedad al disminuir la tasa de hospitalizados, hospitalizados en UCI y muertes. Las nuevas variantes han puesto a prueba las defensas de las vacunas y el brutal incremento de las infecciones han activado la inmunidad natural adquirida pero ni esta inmunidad ni la híbrida son permanentes. Hasta que no se desarrollen vacunas esterilizantes y tratamientos estaremos expuestos a problemas de salud duraderos y los vulnerables morirán.
- En resumen, el mundo anterior a 2020 ya no existe, queremos que exista, pero simplemente no existe. Tenemos que asumir esta premisa y estar en alerta para tomar las medidas preventivas adecuadas independientemente de la severidad que nos impongan con las restricciones.
- Una conclusión del informe previo la vamos volver a citar porque este cambio de tendencia evidencia lo acertado de nuestras palabras: “Ha sido tan efecto tsunami esta sexta ola provocada por ómicron que el análisis de proyección futura no puede basarse en las tendencias de lo conocido hasta el momento, por lo que hacer una previsión acertada de cuánto nos va a durar esta situación hasta que volvamos a valores de incidencia razonables solo puede ser fruto del azar. Hay que ir semana a semana analizando los datos.”
- Dentro de la alerta permanente con la que tenemos que convivir en el momento actual se está dando un aumento de los contagios en Europa probablemente debido al incremento del sub-linaje de ómicron llamado BA.2 que es más transmisible y a la relajación de medidas. Y la vigilancia de la alerta se acentúa porque este incremento se produce cuando aún estamos en tasas de incidencia muy elevadas. Deseamos que este incremento que parece el comienzo de una séptima ola se mitigue rápidamente. Por nuestra parte seguiremos con la responsabilidad social semana a semana analizando los datos e informando objetivamente.
- El factor que más puede influir en provocar la mayor velocidad en la bajada de la incidencia otra vez más está en manos de los ciudadanos, en nuestra responsabilidad individual. La oportunidad que tenemos con los auto-test de antígenos de cortar cuanto antes la cadena de transmisión es una gran herramienta que deberíamos esforzarnos en utilizar con alta periodicidad en estos momentos críticos. El uso adecuado de mascarillas FFP2 en interiores y el aislamiento riguroso en caso de positividad son las armas que tenemos para no seguir propagando esta contagiosa variante.
- Todos conocemos casos de positivos, nos rodean todos los días, muchos de ellos son asintomáticos, o padecen trastornos leves, otros están sufriendo efectos secundarios. No nos equivoquemos a pesar que nos aligeren las restricciones, no perdamos el respeto y miedo al COVID-19, el sistema inmunológico de cada individuo con las ayudas que tenga de vacunación se comporta de diferente forma. Transmitid este mensaje, tenemos todos que ser muy prudentes y sensatos, esta guerra no ha acabado.